A Song of Praise
1 I waited patiently for the Lord's help;
then he listened to me and heard my cry.
2 He pulled me out of a dangerous pit,
out of the deadly quicksand.
He set me safely on a rock
and made me secure.
3 He taught me to sing a new song,
a song of praise to our God.
Many who see this will take warning
and will put their trust in the Lord.
4 Happy are those who trust the Lord,
who do not turn to idols
or join those who worship false gods.
5 You have done many things for us, O Lord our God;
there is no one like you!
You have made many wonderful plans for us.
I could never speak of them all—
their number is so great!
6 You do not want sacrifices and offerings;
you do not ask for animals burned whole on the altar
or for sacrifices to take away sins.
Instead, you have given me ears to hear you,
7 and so I answered, “Here I am;
your instructions for me are in the book of the Law.
8 How I love to do your will, my God!
I keep your teaching in my heart.”
9 In the assembly of all your people, Lord,
I told the good news that you save us.
You know that I will never stop telling it.
10 I have not kept the news of salvation to myself;
I have always spoken of your faithfulness and help.
In the assembly of all your people I have not been silent
about your loyalty and constant love.
11 Lord, I know you will never stop being merciful to me.
Your love and loyalty will always keep me safe.
A Prayer for Help
(Psalm 70)12 I am surrounded by many troubles—
too many to count!
My sins have caught up with me,
and I can no longer see;
they are more than the hairs of my head,
and I have lost my courage.
13 Save me, Lord! Help me now!
14 May those who try to kill me
be completely defeated and confused.
May those who are happy because of my troubles
be turned back and disgraced.
15 May those who make fun of me
be dismayed by their defeat.
16 May all who come to you
be glad and joyful.
May all who are thankful for your salvation
always say, “How great is the Lord!”
17 I am weak and poor, O Lord,
but you have not forgotten me.
You are my savior and my God—
hurry to my aid!
Plegaria por la liberación divina
(Sal 70.1-5)Al músico principal. Salmo de David.
1 Yo puse mi esperanza en el Señor,
y él inclinó su oído y escuchó mi clamor;
2 me sacó del hoyo de la desesperación,
me rescató del cieno pantanoso,
y plantó mis pies sobre una roca;
¡me hizo caminar con paso firme!
3 Puso en mis labios un nuevo canto,
un canto de alabanza a nuestro Dios.
Muchos vieron esto y temieron,
y pusieron su esperanza en el Señor.
4 Dichoso el hombre que confía en el Señor
y no en gente soberbia y mentirosa.
5 Tú, Señor mi Dios, has pensado en nosotros,
y has realizado grandes maravillas;
no es posible hablar de todas ellas.
Quisiera contarlas, hablar de cada una,
pero su número es incontable.
6 Las ofrendas y los sacrificios no te agradan;
tú no pides holocaustos ni ofrendas de expiación,
pero me has abierto los oídos.
7 Por eso dije: «Aquí vengo ya.»
En el pergamino se habla de mí.
8 Hacer tu voluntad, Dios mío, me agrada;
tu ley la llevo dentro de mí.
9 He proclamado tu justicia ante la gran multitud,
y tú, Señor, lo sabes muy bien.
No he refrenado mis labios.
10 Mi corazón no ha ocultado tu justicia.
He dado a conocer tu fidelidad y tu salvación.
Nunca, en la reunión de mis hermanos,
dejé de hablar de tu misericordia y tu verdad.
11 Señor, ¡no me niegues tu misericordia!
¡Permite que siempre me acompañen
tu misericordia y tu verdad!
12 Son muchos los males que me acechan;
mi maldad se ha volcado contra mí,
y me ha opacado la vista.
Tengo más problemas que pelos en la cabeza;
¡estoy totalmente descorazonado!
13 Señor, ¡dígnate ayudarme!
Señor, ¡ven pronto a socorrerme!
14 ¡Que sean avergonzados y confundidos
todos los que buscan acabar con mi vida!
¡Que retrocedan en vergonzosa derrota
todos los que buscan mi mal!
15 ¡Que sean derrotados por sus ofensas
todos los que se burlan de mí!
16 Pero que se alegren todos los que te buscan;
Señor, que siempre proclamen tu grandeza
todos los que aman tu salvación.
17 Y a mí, que estoy pobre y afligido,
¡no me olvides, Señor!
Tú eres mi ayuda y mi libertador;
¡no te tardes en responderme, Dios mío!