Israel, A Light to the Nations
1 Listen to me, distant nations,
you people who live far away!
Before I was born, the Lord chose me
and appointed me to be his servant.
2 He made my words as sharp as a sword.
With his own hand he protected me.
He made me like an arrow,
sharp and ready for use.
3 He said to me, “Israel, you are my servant;
because of you, people will praise me.”
4 I said, “I have worked, but how hopeless it is!
I have used up my strength, but have accomplished nothing.”
Yet I can trust the Lord to defend my cause;
he will reward me for what I do.
5 Before I was born, the Lord appointed me;
he made me his servant to bring back his people,
to bring back the scattered people of Israel.
The Lord gives me honor;
he is the source of my strength.
6 The Lord said to me,
“I have a greater task for you, my servant.
Not only will you restore to greatness
the people of Israel who have survived,
but I will also make you a light to the nations—
so that all the world may be saved.”
7 Israel's holy God and savior says
to the one who is deeply despised,
who is hated by the nations
and is the servant of rulers:
“Kings will see you released
and will rise to show their respect;
princes also will see it,
and they will bow low to honor you.”
This will happen because the Lord has chosen his servant;
the holy God of Israel keeps his promises.
The Restoration of Jerusalem
8 The Lord says to his people,
“When the time comes to save you, I will show you favor
and answer your cries for help.
I will guard and protect you
and through you make a covenant with all peoples.
I will let you settle once again
in your land that is now laid waste.
9 I will say to the prisoners, ‘Go free!’
and to those who are in darkness,
‘Come out to the light!’
They will be like sheep that graze on the hills;
10 they will never be hungry or thirsty.
Sun and desert heat will not hurt them,
for they will be led by one who loves them.
He will lead them to springs of water.
11 “I will make a highway across the mountains
and prepare a road for my people to travel.
12 My people will come from far away,
from the north and the west,
and from Aswan in the south.”
13 Sing, heavens! Shout for joy, earth!
Let the mountains burst into song!
The Lord will comfort his people;
he will have pity on his suffering people.
14 But the people of Jerusalem said,
“The Lord has abandoned us!
He has forgotten us.”
15 So the Lord answers,
“Can a woman forget her own baby
and not love the child she bore?
Even if a mother should forget her child,
I will never forget you.
16 Jerusalem, I can never forget you!
I have written your name on the palms of my hands.
17 “Those who will rebuild you are coming soon,
and those who destroyed you will leave.
18 Look around and see what is happening!
Your people are assembling—they are coming home!
As surely as I am the living God,
you will be proud of your people,
as proud as a bride is of her jewels.
19 “Your country was ruined and desolate—
but now it will be too small
for those who are coming to live there.
And those who left you in ruins
will be far removed from you.
20 Your people who were born in exile
will one day say to you,
‘This land is too small—
we need more room to live in!’
21 Then you will say to yourself,
‘Who bore all these children for me?
I lost my children and could have no more.
I was exiled and driven away—
who brought these children up?
I was left all alone—
where did these children come from?’”
22 The Sovereign Lord says to his people:
“I will signal to the nations,
and they will bring your children home.
23 Kings will be like fathers to you;
queens will be like mothers.
They will bow low before you and honor you;
they will humbly show their respect for you.
Then you will know that I am the Lord;
no one who waits for my help will be disappointed.”
24 Can you take away a soldier's loot?
Can you rescue the prisoners of a tyrant?
25 The Lord replies,
“That is just what is going to happen.
The soldier's prisoners will be taken away,
and the tyrant's loot will be seized.
I will fight against whoever fights you,
and I will rescue your children.
26 I will make your oppressors kill each other;
they will be drunk with murder and rage.
Then all people will know that I am the Lord,
the one who saves you and sets you free.
They will know that I am Israel's powerful God.”
Israel, siervo del Señor
1 ¡Escúchenme, costas y pueblos lejanos! El Señor me llamó desde el vientre de mi madre; tuvo en cuenta mi nombre desde antes de que yo naciera.
2 Hizo de mi boca una espada aguda, y me cubrió con la sombra de su mano; hizo de mí una flecha bruñida, y me guardó en su aljaba.
3 Y me dijo: «Israel, tú eres mi siervo. Tú serás para mí motivo de orgullo.»
4 Pero yo dije: «De balde he trabajado. He gastado mis fuerzas sin ningún provecho. Pero el Señor me hará justicia; mi Dios me dará mi recompensa.»
5 Pero ahora ha hablado el Señor, el que me formó desde el vientre para que fuera yo su siervo; para que reuniera a Jacob, para que hiciera a Israel volverse a él (así yo seré muy estimado a los ojos del Señor, y mi Dios será mi fuerza),
6 y ha dicho:
«Muy poca cosa es para mí que tú seas mi siervo, y que levantes las tribus de Jacob y restaures al remanente de Israel. Te he puesto también como luz de las naciones, para que seas mi salvación hasta los confines de la tierra.»
7 Así ha dicho el Señor, el Santo Redentor de Israel, al que es menospreciado, al que es odiado por las naciones, al siervo de los gobernantes:
«Los reyes y los príncipes te verán y se levantarán, y se inclinarán ante el Señor, porque el Santo de Israel, que te ha escogido, es fiel.»
Dios promete restaurar a Sión
8 Así ha dicho el Señor:
«En el momento favorable te responderé; en el día de salvación te ayudaré. Yo te protegeré, y tú representarás mi pacto con el pueblo, para que restaures la tierra y heredes las propiedades asoladas;
9 para que digas a los presos, a los que están en tinieblas: “Salgan de ahí; déjense ver.” En los caminos y en todas las alturas tendrán pastos y allí serán alimentados.
10 No tendrán hambre ni sed, ni los agobiará el sol ni el calor, porque quien les tiene misericordia los guiará y los llevará a manantiales de aguas.
11 Yo convertiré todos mis montes en caminos, y mis calzadas serán levantadas.
12 Estos que ven aquí vendrán de lejos; estos otros vendrán del norte y del occidente, y aquellos otros vendrán de la tierra de Sinim.»
13 Ustedes, los cielos, ¡canten alabanzas! Y tú, tierra, ¡canta de alegría! ¡Que prorrumpan los montes en alabanzas! ¡El Señor ha consolado a su pueblo, y se ha compadecido de sus pobres!
14 Sión dice: «El Señor me ha abandonado. El Señor se olvidó de mí.»
15 ¿Pero acaso se olvida la mujer del hijo que dio a luz? ¿Acaso deja de compadecerse del hijo de su vientre? Tal vez ella lo olvide, pero yo nunca me olvidaré de ti.
16 Yo te llevo grabada en las palmas de mis manos; siempre tengo presentes tus murallas.
17 Tus edificadores vendrán apresurados, y saldrán de ti los que te han destruido y asolado.
18 Alza los ojos y mira a tu alrededor: Todos estos se han reunido; han venido a ti. Yo te juro que todos ellos serán para ti como un fino vestido, y que te adornarán como a una novia.
—Palabra del Señor.19 Ciertamente tu tierra devastada, arruinada y desierta, será demasiado estrecha para la multitud de tus habitantes, y los que te destruyeron serán apartados y alejados.
20 Aun los hijos de tu orfandad te dirán al oído: «Este lugar es demasiado estrecho para mí; hazme un espacio habitable.»
21 Y tú te pondrás a pensar: «¿Y quién me engendró estos hijos? Yo me había quedado sin hijos; estaba sola, peregrina y desterrada. ¿Quién crio a estos? Me había quedado sola; ¿dónde estaban estos?»
22 Así ha dicho Dios el Señor:
«¡Miren! Yo levantaré mi mano a las naciones; levantaré a los pueblos mi bandera; y ellos traerán en brazos a tus hijos, y a tus hijas las traerán en hombros.
23 Sus reyes serán tus ayos, y sus reinas tus nodrizas; ante ti se inclinarán, sin levantar la vista del suelo, y lamerán el polvo de tus pies. Sabrás entonces que yo soy el Señor, y que no quedan avergonzados los que esperan en mí.»
24 ¿Puede arrebatársele el botín al guerrero? ¿Puede rescatarse al cautivo del poder del tirano?
25 Pues así dice el Señor:
«Ciertamente el cautivo será rescatado del poder del guerrero, y el botín se le arrebatará al tirano; yo defenderé tu causa, y salvaré a tus hijos.
26 También haré que los que te despojaron se coman su propia carne, y que se embriaguen con su propia sangre, como si tomaran vino. Así todo el mundo sabrá que yo soy el Señor, el Fuerte de Jacob, tu salvador y redentor.»