A Prayer for Help against Enemies
(Psalm 57.7-11Psalm 60.5-12)1 I have complete confidence, O God!
I will sing and praise you!
Wake up, my soul!
2 Wake up, my harp and lyre!
I will wake up the sun.
3 I will thank you, O Lord, among the nations.
I will praise you among the peoples.
4 Your constant love reaches above the heavens;
your faithfulness touches the skies.
5 Show your greatness in the sky, O God,
and your glory over all the earth.
6 Save us by your might; answer my prayer,
so that the people you love may be rescued.
7 From his sanctuary God has said,
“In triumph I will divide Shechem
and distribute Sukkoth Valley to my people.
8 Gilead is mine, and Manasseh too;
Ephraim is my helmet
and Judah my royal scepter.
9 But I will use Moab as my washbowl,
and I will throw my sandals on Edom,
as a sign that I own it.
I will shout in triumph over the Philistines.”
10 Who, O God, will take me into the fortified city?
Who will lead me to Edom?
11 Have you really rejected us?
Aren't you going to march out with our armies?
12 Help us against the enemy;
human help is worthless.
13 With God on our side we will win;
he will defeat our enemies.
Disposición a la alabanza
(Sal 57.7-11Sal 60.5-12)Cántico. Salmo de David.
1 Mi corazón está dispuesto, Dios mío;
quiero cantar salmos en tu honor.
2 ¡Despierten, salterio y arpa,
que voy a despertar al nuevo día!
3 Yo, Señor, te alabaré entre los pueblos;
te cantaré salmos entre las naciones,
4 pues tu bondad es más grande que los cielos;
¡hasta las nubes llega tu verdad!
5 Tú, mi Dios, estás por encima de los cielos;
¡tu gloria domina toda la tierra!
6 ¡Sálvanos con tu diestra! ¡Respóndenos!
¡Así se salvará tu pueblo amado!
7 En su santuario, Dios ha sentenciado:
«Con gran alegría fraccionaré Siquén,
y dividiré en parcelas el valle de Sucot.
8 Galaad y Manasés me pertenecen,
Efraín es un yelmo en mi cabeza,
y Judá es un cetro en mi mano.
9 Moab es la vasija en que me lavo,
sobre Edom arrojaré mis sandalias,
y sobre Filistea proclamaré mi victoria.»
10 ¿Y quién me dará entrada en Edom?
¿Quién me hará entrar en esa ciudad amurallada?
11 ¿No eres tú, mi Dios, quien nos ha desechado?
¿No eres tú quien ya no sale con nuestros ejércitos?
12 Bríndanos tu apoyo contra el enemigo,
pues vana resulta la ayuda de los hombres.
13 Por ti, Dios nuestro, haremos proezas;
¡tú harás morder el polvo a nuestros enemigos!