The Lord's Universal Reign of Peace
(Isaiah 2.2-4)1 In days to come
the mountain where the Temple stands
will be the highest one of all,
towering above all the hills.
Many nations will come streaming to it,
2 and their people will say,
“Let us go up the hill of the Lord,
to the Temple of Israel's God.
He will teach us what he wants us to do;
we will walk in the paths he has chosen.
For the Lord's teaching comes from Jerusalem;
from Zion he speaks to his people.”
3 He will settle disputes among the nations,
among the great powers near and far.
They will hammer their swords into plows
and their spears into pruning knives.
Nations will never again go to war,
never prepare for battle again.
4 Everyone will live in peace
among their own vineyards and fig trees,
and no one will make them afraid.
The Lord Almighty has promised this.
5 Each nation worships and obeys its own god, but we will worship and obey the Lord our God forever and ever.
Israel Will Return from Exile
6 “The time is coming,” says the Lord, “when I will gather together the people I punished, those who have suffered in exile. 7 They are crippled and far from home, but I will make a new beginning with those who are left, and they will become a great nation. I will rule over them on Mount Zion from that time on and forever.”
8 And you, Jerusalem, where God, like a shepherd from his lookout tower, watches over his people, will once again be the capital of the kingdom that was yours. 9 Why do you cry out so loudly? Why are you suffering like a woman in labor? Is it because you have no king, and your counselors are dead? 10 Twist and groan, people of Jerusalem, like a woman giving birth, for now you will have to leave the city and live in the open country. You will have to go to Babylon, but there the Lord will save you from your enemies. 11 Many nations have gathered to attack you. They say, “Jerusalem must be destroyed! We will see this city in ruins!” 12 But these nations do not know what is in the Lord's mind. They do not realize that they have been gathered together to be punished in the same way that grain is brought in to be threshed.
13 The Lord says, “People of Jerusalem, go and punish your enemies! I will make you as strong as a bull with iron horns and bronze hoofs. You will crush many nations, and the wealth they got by violence you will present to me, the Lord of the whole world.”
Reinado universal del Señor
(Is 2.1-4)1 En los últimos días el monte de la casa del Señor será confirmado como cabeza de los montes y exaltado por encima de las colinas, y a él acudirán los pueblos.
2 Muchas naciones vendrán, y dirán: «¡Vengan, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob! Él nos guiará por sus caminos, y nosotros iremos por sus sendas.» Porque la enseñanza saldrá de Sión; de Jerusalén saldrá la palabra del Señor.
3 Y el Señor juzgará entre muchos pueblos, y corregirá a naciones poderosas y lejanas; y estas convertirán sus espadas en azadones y sus lanzas en hoces. Ninguna nación volverá a levantar la espada contra otra nación, ni se entrenarán más para hacer la guerra.
4 Cada uno se sentará bajo su vid y a la sombra de su higuera, y no habrá nadie que pueda amedrentarlos. Esto lo ha declarado la boca del Señor de los ejércitos.
5 Podrán todos los pueblos andar en el nombre de su dios, pero nosotros ahora y siempre andaremos en el nombre del Señor nuestro Dios.
Israel será redimido del cautiverio
6 «Cuando llegue el día, reuniré a las ovejas que cojean con las que se apartaron del camino y con las que afligí;
7 con las que cojean haré un remanente, y con las descarriadas haré una nación fuerte. Y desde ahora y para siempre yo reinaré sobre ellos en el monte Sión.»
—Palabra del Señor.8 Y tú, torre del rebaño, fortaleza de la hija de Sión, hasta ti volverá el señorío de antaño, el reino de la hija de Jerusalén.
9 Pero dime, ¿por qué gritas tanto? ¿Acaso ya no tienes rey? ¿Acaso esos dolores de parturienta te han venido porque tu consejero ha perecido?
10 ¡Pues sufre y llora, hija de Sión, con dolores de parturienta, porque ahora vas a salir de la ciudad, y vivirás en el campo, y llegarás hasta Babilonia! Allí serás liberada; allí el Señor te salvará del poder de tus enemigos.
11 Muchas naciones se han juntado ahora contra ti, y dicen: «¡Que Sión sea profanada! ¡Que se nos conceda ver eso con nuestros propios ojos!»
12 Pero esas naciones no conocen los planes del Señor; no entienden sus designios, ni que él los junta como a manojos de trigo, para trillarlos.
13 ¡Levántate y tríllalos, hija de Sión! ¡Yo te daré cuernos de hierro y garras de bronce, para que desmenuces a muchos pueblos! Y las riquezas que les arrebates las consagrarás al Señor de toda la tierra.