Job
1-2 I still rebel and complain against God;
I cannot keep from groaning.
3 How I wish I knew where to find him,
and knew how to go where he is.
4 I would state my case before him
and present all the arguments in my favor.
5 I want to know what he would say
and how he would answer me.
6 Would God use all his strength against me?
No, he would listen as I spoke.
7 I am honest; I could reason with God;
he would declare me innocent once and for all.
8 I have searched in the East, but God is not there;
I have not found him when I searched in the West.
9 God has been at work in the North and the South,
but still I have not seen him.
10 Yet God knows every step I take;
if he tests me, he will find me pure.
11 I follow faithfully the road he chooses,
and never wander to either side.
12 I always do what God commands;
I follow his will, not my own desires.
13 He never changes. No one can oppose him
or stop him from doing what he wants to do.
14 He will fulfill what he has planned for me;
that plan is just one of the many he has;
15 I tremble with fear before him.
16-17 Almighty God has destroyed my courage.
It is God, not the dark, that makes me afraid—
even though the darkness has made me blind.
Tercera respuesta de Job a Elifaz
1 Job le respondió lo siguiente:
2 «Hoy también siento una gran amargura;
mis heridas son más grandes que mi llanto.
3 ¡Cómo quisiera saber dónde hallar a Dios!
¡Iría a verlo hasta donde él se encontrara!
4 En su presencia le expondría mi caso,
pues mi boca está llena de argumentos.
5 Creo saber lo que él me respondería,
y creo que comprendería lo que me dijera.
6 No creo que él desplegaría su poder contra mí;
más bien, creo que él entendería mi sufrimiento.
7 Ante Dios, el justo puede razonar con él,
así que yo quedaría absuelto para siempre.
8 »Busco a Dios en el oriente, y no lo encuentro;
me dirijo al occidente, y no está allí.
9 Me vuelvo hacia el norte, y no logro verlo;
me vuelvo entonces al sur, y él se esconde de mí.
10 Pero Dios sabe por dónde ando;
me pondrá a prueba, y saldré refinado como el oro.
11 Mis pies han seguido sus pisadas;
seguí su camino, sin apartarme de él.
12 Nunca me he apartado de sus mandamientos;
sus palabras me son más preciadas que la comida.
13 Si él decide algo, ¿quién puede hacerlo cambiar?
¡Él lleva a cabo todo lo que se propone!
14 Así que hará conmigo lo que se ha propuesto,
y es mucho lo que él ha decidido hacer.
15 En su presencia, me invade un gran temor;
si pienso en ello, me pongo a temblar.
16 Dios me debilita el corazón;
el Todopoderoso me tiene aterrado.
17 ¿Por qué no me quitaron la vida aquella noche?
¿Por qué no me cubrieron el rostro en la oscuridad?