El amor del Señor por un pueblo infiel
1 »Pueden llamar a sus hermanos: Ammi; y a sus hermanas: Rujama.
2 Pero repróchenle a su madre el hecho de no ser ella mi mujer, ni yo su marido. Díganle que deje de serme infiel, que no cometa más adulterio.
3 De lo contrario, le arrancaré la ropa y la dejaré desnuda, como estaba el día en que nació. La dejaré desolada como un desierto, como tierra seca, y la mataré de sed.
4 No tendré compasión alguna de sus hijos, porque son hijos de una prostituta.
5 Es un hecho que su madre se prostituyó; la que los dio a luz perdió la honra cuando dijo: “Voy a seguir a mis amantes, porque ellos me dan pan y agua, lana y lino, aceite y vino.”
6 Por eso voy a plagar su camino con espinos; voy a cerrarle el paso, para que no encuentre el camino.
7 Podrá seguir a sus amantes, pero no logrará alcanzarlos; irá en su busca, pero no los hallará. Y entonces dirá: “Voy a volver con mi primer marido, porque con él me iba mejor que ahora.”
8 »Y es que ella no ha reconocido que soy yo quien le ha dado el trigo, el vino y el aceite; que soy yo quien le ha multiplicado la plata y el oro que le ofrece a Baal.
9 Por eso en su momento haré que me devuelva mi trigo y mi vino; le quitaré mi lana y mi lino, que le había dado para que cubriera su desnudez,
10 y a la vista de sus amantes pondré al descubierto sus partes pudendas. ¡Nadie la librará de mi mano!
11 Pondré fin a todo su alborozo y a sus fiestas, a sus lunas nuevas y a sus días de reposo, y a todas sus festividades.
12 Arrasaré sus viñas y sus higueras, que ella consideraba la paga que le dieron sus amantes, y las reduciré a un matorral, y se las comerán las bestias del campo.
13 La castigaré por los días en que ofreció incienso a los baales, cuando se adornaba con zarcillos y joyas, y se iba en pos de sus amantes, y se olvidaba de mí.
—Palabra del Señor.14 »Sin embargo, volveré a cortejarla. La llevaré al desierto, y allí me ganaré su corazón.
15 Allí le devolveré sus viñas, y haré del valle de Acor una puerta de esperanza; allí volverá a cantar, como cuando era joven; como cuando salió de la tierra de Egipto.
16 »Cuando llegue el momento, tú me llamarás Ishí, y nunca más volverás a llamarme Baalí.
—Palabra del Señor.17 »Yo te quitaré de la boca los nombres de los baales, y nunca más volverás a mencionar sus nombres.
18 Cuando llegue ese día, haré por ti un pacto con las bestias del campo, con las aves del cielo y con las serpientes de la tierra. Pondré fin al arco, la espada y la guerra, y te haré dormir tranquila.
19 Para siempre te tomaré por esposa, y serás mi esposa ante Dios y ante los hombres, con toda misericordia y compasión.
20 Yo te tomaré por esposa, con votos de fidelidad, y tú conocerás a tu Señor.
21 »Cuando llegue ese momento, yo les responderé a los cielos, y los cielos le responderán a la tierra.
—Palabra del Señor.22 »La tierra les responderá al trigo, al vino y al aceite, y ellos le responderán a Jezrel.
23 Yo la sembraré para mí en la tierra, y tendré misericordia de Lorrujama, y a Loamí le diré: “Tú eres mi pueblo”, y él me dirá: “Tú eres mi Dios”.»
El amor del Señor por un pueblo infiel
1 »Pueden llamar a sus hermanos: Ammi; y a sus hermanas: Rujama.
2 Pero repróchenle a su madre el hecho de no ser ella mi mujer, ni yo su marido. Díganle que deje de serme infiel, que no cometa más adulterio.
3 De lo contrario, le arrancaré la ropa y la dejaré desnuda, como estaba el día en que nació. La dejaré desolada como un desierto, como tierra seca, y la mataré de sed.
4 No tendré compasión alguna de sus hijos, porque son hijos de una prostituta.
5 Es un hecho que su madre se prostituyó; la que los dio a luz perdió la honra cuando dijo: “Voy a seguir a mis amantes, porque ellos me dan pan y agua, lana y lino, aceite y vino.”
6 Por eso voy a plagar su camino con espinos; voy a cerrarle el paso, para que no encuentre el camino.
7 Podrá seguir a sus amantes, pero no logrará alcanzarlos; irá en su busca, pero no los hallará. Y entonces dirá: “Voy a volver con mi primer marido, porque con él me iba mejor que ahora.”
8 »Y es que ella no ha reconocido que soy yo quien le ha dado el trigo, el vino y el aceite; que soy yo quien le ha multiplicado la plata y el oro que le ofrece a Baal.
9 Por eso en su momento haré que me devuelva mi trigo y mi vino; le quitaré mi lana y mi lino, que le había dado para que cubriera su desnudez,
10 y a la vista de sus amantes pondré al descubierto sus partes pudendas. ¡Nadie la librará de mi mano!
11 Pondré fin a todo su alborozo y a sus fiestas, a sus lunas nuevas y a sus días de reposo, y a todas sus festividades.
12 Arrasaré sus viñas y sus higueras, que ella consideraba la paga que le dieron sus amantes, y las reduciré a un matorral, y se las comerán las bestias del campo.
13 La castigaré por los días en que ofreció incienso a los baales, cuando se adornaba con zarcillos y joyas, y se iba en pos de sus amantes, y se olvidaba de mí.
—Palabra del Señor.14 »Sin embargo, volveré a cortejarla. La llevaré al desierto, y allí me ganaré su corazón.
15 Allí le devolveré sus viñas, y haré del valle de Acor una puerta de esperanza; allí volverá a cantar, como cuando era joven; como cuando salió de la tierra de Egipto.
16 »Cuando llegue el momento, tú me llamarás Ishí, y nunca más volverás a llamarme Baalí.
—Palabra del Señor.17 »Yo te quitaré de la boca los nombres de los baales, y nunca más volverás a mencionar sus nombres.
18 Cuando llegue ese día, haré por ti un pacto con las bestias del campo, con las aves del cielo y con las serpientes de la tierra. Pondré fin al arco, la espada y la guerra, y te haré dormir tranquila.
19 Para siempre te tomaré por esposa, y serás mi esposa ante Dios y ante los hombres, con toda misericordia y compasión.
20 Yo te tomaré por esposa, con votos de fidelidad, y tú conocerás a tu Señor.
21 »Cuando llegue ese momento, yo les responderé a los cielos, y los cielos le responderán a la tierra.
—Palabra del Señor.22 »La tierra les responderá al trigo, al vino y al aceite, y ellos le responderán a Jezrel.
23 Yo la sembraré para mí en la tierra, y tendré misericordia de Lorrujama, y a Loamí le diré: “Tú eres mi pueblo”, y él me dirá: “Tú eres mi Dios”.»