Jesús acusa a escribas y fariseos
(Mc 12.38-40Lc 11.37-54Lc 20.45-47)1 Después de esto, Jesús dijo a la gente y a sus discípulos:
2 «Los escribas y los fariseos se apoyan en la cátedra de Moisés.
3 Así que ustedes deben obedecer y hacer todo lo que ellos les digan, pero no sigan su ejemplo, porque dicen una cosa y hacen otra.
4 Imponen sobre la gente cargas pesadas y difíciles de llevar, pero ellos no mueven ni un dedo para levantarlas.
5 Al contrario, todo lo que hacen es para que la gente los vea. Ensanchan sus filacterias y extienden los flecos de sus mantos,
6 y les encanta ocupar los mejores asientos en las cenas y sentarse en las primeras sillas de las sinagogas,
7 y que la gente los salude en las plazas y los llame: “¡Rabí, Rabí!”
8 Pero ustedes no busquen que los llamen “Rabí”, porque solo uno es el Maestro de ustedes, y ese es el Cristo; y todos ustedes son hermanos.
9 Ni llamen “padre” a nadie en la tierra, porque solo uno es el Padre de ustedes, y él está en los cielos.
10 Tampoco se hagan llamar “maestros”, porque solo uno es su Maestro, y es el Cristo.
11 El que sea más importante entre ustedes, sea siervo de todos.
12 Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.
13 »Pero ¡ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas! Porque le niegan a la gente la entrada al reino de los cielos, y ni ustedes entran, ni tampoco dejan entrar a los que quieren hacerlo.
14 [¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas! Porque devoran las casas de las viudas, y como pretexto hacen largas oraciones. Por esto, mayor será su condenación.]
15 ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas! Porque recorren mar y tierra en busca de seguidores, y una vez que los consiguen, los hacen dos veces más hijos del infierno que ustedes.
16 »¡Ay de ustedes, guías ciegos! Pues dicen: “Si alguno jura por el templo, no es nada; pero si alguno jura por el oro del templo, debe cumplir el juramento.”
17 ¡Insensatos y ciegos! ¿Qué es más importante? ¿El oro, o el templo que santifica el oro?
18 También dicen: “Si alguno jura por el altar, no es nada; pero si alguno jura por la ofrenda que está sobre el altar, debe cumplir el juramento.”
19 ¡Necios y ciegos! ¿Qué es más importante? ¿La ofrenda, o el altar que santifica la ofrenda?
20 Porque el que jura por el altar, jura por el altar y por todo lo que está sobre el altar.
21 Y el que jura por el templo, jura por el templo y por el que lo habita.
22 Y el que jura por el cielo, jura por el trono de Dios y por aquel que está sentado en él.
23 »¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas! Porque pagan el diezmo de la menta, del eneldo y del comino, y soslayan lo más importante de la ley, que es la justicia, la misericordia y la fe. Es necesario que hagan esto, pero sin dejar de hacer aquello.
24 ¡Guías ciegos, que cuelan el mosquito, pero se tragan el camello!
25 »¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas! Porque limpian por fuera el vaso y el plato, pero por dentro están llenos de robo y de injusticia.
26 ¡Fariseo ciego! Limpia primero el vaso y el plato por dentro, para que también quede limpio por fuera.
27 »¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas! Porque son como los sepulcros blanqueados, que por fuera se ven hermosos pero por dentro están llenos de carroña y de total impureza.
28 Así también ustedes, por fuera se presentan ante todos como hombres justos, pero por dentro están llenos de hipocresía y de maldad.
29 »¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas! Porque edifican los sepulcros de los profetas y adornan los monumentos de los justos,
30 y dicen: “Si hubiéramos vivido en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus cómplices en la muerte de los profetas.”
31 Con esto dan testimonio contra ustedes mismos, de que son hijos de aquellos que mataron a los profetas.
32 ¡Terminen de hacer lo que sus padres comenzaron!
33 ¡Serpientes, generación de víboras! ¿Cómo escaparán de la condenación del infierno?
34 Por eso, yo les enviaré profetas, sabios y escribas. De ellos, ustedes matarán y crucificarán a algunos, y a otros los azotarán en sus sinagogas, y los perseguirán de ciudad en ciudad,
35 para que recaiga sobre ustedes toda la sangre inocente que se ha derramado sobre la tierra, desde la sangre de Abel el justo hasta la sangre de Zacarías hijo de Berequías, a quien ustedes mataron entre el templo y el altar.
36 De cierto les digo que todo esto vendrá sobre esta generación.
Lamento de Jesús sobre Jerusalén
(Lc 13.34-35)37 »¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que son enviados a ti! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como junta la gallina a sus polluelos debajo de sus alas, y no quisiste!
38 ¡Miren cuán desolada se queda la casa de ustedes!
39 Porque yo les digo que no volverán a verme, hasta que digan: “Bendito el que viene en el nombre del Señor.”»
1 Then spake Jesus to the multitude, and to his disciples, 2 Saying, The scribes and the Pharisees sit in Moses’ seat: 3 All therefore whatsoever they bid you observe, that observe and do; but do not ye after their works: for they say, and do not. 4 For they bind heavy burdens and grievous to be borne, and lay them on men’s shoulders; but they themselves will not move them with one of their fingers. 5 But all their works they do for to be seen of men: they make broad their phylacteries, and enlarge the borders of their garments, 6 And love the uppermost rooms at feasts, and the chief seats in the synagogues, 7 And greetings in the markets, and to be called of men, Rabbi, Rabbi. 8 But be not ye called Rabbi: for one is your Master, even Christ; and all ye are brethren. 9 And call no man your father upon the earth: for one is your Father, which is in heaven. 10 Neither be ye called masters: for one is your Master, even Christ. 11 But he that is greatest among you shall be your servant. 12 And whosoever shall exalt himself shall be abased; and he that shall humble himself shall be exalted.
13 ¶ But woe unto you, scribes and Pharisees, hypocrites! for ye shut up the kingdom of heaven against men: for ye neither go in yourselves , neither suffer ye them that are entering to go in. 14 Woe unto you, scribes and Pharisees, hypocrites! for ye devour widows’ houses, and for a pretence make long prayer: therefore ye shall receive the greater damnation. 15 Woe unto you, scribes and Pharisees, hypocrites! for ye compass sea and land to make one proselyte, and when he is made, ye make him twofold more the child of hell than yourselves. 16 Woe unto you, ye blind guides, which say, Whosoever shall swear by the temple, it is nothing; but whosoever shall swear by the gold of the temple, he is a debtor! 17 Ye fools and blind: for whether is greater, the gold, or the temple that sanctifieth the gold? 18 And, Whosoever shall swear by the altar, it is nothing; but whosoever sweareth by the gift that is upon it, he is guilty. 19 Ye fools and blind: for whether is greater, the gift, or the altar that sanctifieth the gift? 20 Whoso therefore shall swear by the altar, sweareth by it, and by all things thereon. 21 And whoso shall swear by the temple, sweareth by it, and by him that dwelleth therein. 22 And he that shall swear by heaven, sweareth by the throne of God, and by him that sitteth thereon. 23 Woe unto you, scribes and Pharisees, hypocrites! for ye pay tithe of mint and anise and cummin, and have omitted the weightier matters of the law, judgment, mercy, and faith: these ought ye to have done, and not to leave the other undone. 24 Ye blind guides, which strain at a gnat, and swallow a camel. 25 Woe unto you, scribes and Pharisees, hypocrites! for ye make clean the outside of the cup and of the platter, but within they are full of extortion and excess. 26 Thou blind Pharisee, cleanse first that which is within the cup and platter, that the outside of them may be clean also. 27 Woe unto you, scribes and Pharisees, hypocrites! for ye are like unto whited sepulchres, which indeed appear beautiful outward, but are within full of dead men’s bones, and of all uncleanness. 28 Even so ye also outwardly appear righteous unto men, but within ye are full of hypocrisy and iniquity. 29 Woe unto you, scribes and Pharisees, hypocrites! because ye build the tombs of the prophets, and garnish the sepulchres of the righteous, 30 And say, If we had been in the days of our fathers, we would not have been partakers with them in the blood of the prophets. 31 Wherefore ye be witnesses unto yourselves, that ye are the children of them which killed the prophets. 32 Fill ye up then the measure of your fathers. 33 Ye serpents, ye generation of vipers, how can ye escape the damnation of hell?
34 ¶ Wherefore, behold, I send unto you prophets, and wise men, and scribes: and some of them ye shall kill and crucify; and some of them shall ye scourge in your synagogues, and persecute them from city to city: 35 That upon you may come all the righteous blood shed upon the earth, from the blood of righteous Abel unto the blood of Zacharias son of Barachias, whom ye slew between the temple and the altar. 36 Verily I say unto you, All these things shall come upon this generation. 37 O Jerusalem, Jerusalem, thou that killest the prophets, and stonest them which are sent unto thee, how often would I have gathered thy children together, even as a hen gathereth her chickens under her wings, and ye would not! 38 Behold, your house is left unto you desolate. 39 For I say unto you, Ye shall not see me henceforth, till ye shall say, Blessed is he that cometh in the name of the Lord.