Reinado universal del Señor
(Miq 4.1-3)1 Visión de Isaías hijo de Amoz acerca de Judá y de Jerusalén:
2 En los últimos días el monte de la casa del Señor será confirmado como cabeza de los montes; será exaltado por encima de las alturas, y hacia él correrán todas las naciones.
3 Muchos pueblos vendrán y dirán:
«¡Vengan, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob! Él nos guiará por sus caminos, y nosotros iremos por sus sendas. Porque la enseñanza saldrá de Sión; de Jerusalén saldrá la palabra del Señor.
4 Él juzgará entre las naciones, y dictará sentencia a muchos pueblos. Y ellos convertirán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces. Ninguna nación levantará la espada contra otra nación, ni se entrenarán más para hacer la guerra.»
Juicio del Señor contra los soberbios
5 Vengan ustedes, los de la casa de Jacob; caminemos a la luz del Señor.
6 Ciertamente tú has abandonado a tu pueblo, a la casa de Jacob, porque se ha llenado de costumbres de oriente; sus adivinos abundan como filisteos, y hacen tratos con gente extraña.
7 Su país está lleno de plata y de oro, y sus tesoros son ilimitados. Su país está lleno de caballos, y sus carros son incontables.
8 Su país está lleno de ídolos; ¡se arrodillan ante la obra de sus manos, ante lo que hicieron con sus dedos!
9 Todos se han inclinado; todos se han humillado. Por eso, ¡no los perdones!
10 ¡Métete en la peña! ¡Escóndete en el polvo de la temible presencia del Señor y de su esplendorosa majestad!
11 En aquel día serán doblegados los altivos y humillados los soberbios; ¡solo el Señor será exaltado!
12 Porque el día del Señor de los ejércitos vendrá contra todos los soberbios y altivos; contra todos los que se enaltecen, los cuales serán humillados;
13 contra todos los altos y erguidos cedros del Líbano; contra todas las encinas de Basán;
14 contra todos los altos montes; contra todas las elevadas alturas;
15 contra toda torre alta; contra todo muro fuerte;
16 contra todas las naves de Tarsis; contra todos los barcos preciados.
17 La altivez humana será abatida; la soberbia humana será humillada; en aquel día solo el Señor será exaltado.
18 Los ídolos serán totalmente eliminados.
19 Cuando el Señor se disponga a castigar la tierra, la gente se meterá en las grietas de las peñas y en los hoyos de la tierra, para huir de la temible presencia del Señor y de su esplendorosa majestad.
20 En ese día la gente arrojará a los topos y murciélagos sus ídolos de plata y de oro, que se fabricó para adorarlos.
21 Cuando el Señor se disponga a castigar la tierra, la gente se meterá en las hendiduras de las rocas y en las grietas de las peñas, para huir de su temible presencia y de su esplendorosa majestad.
22 Dejen ya de confiar en el hombre, que depende del aire que respira. ¿Qué tanto puede valer?
1 The word that Isaiah the son of Amoz saw concerning Judah and Jerusalem. 2 And it shall come to pass in the last days, that the mountain of the LORD’s house shall be established in the top of the mountains, and shall be exalted above the hills; and all nations shall flow unto it. 3 And many people shall go and say, Come ye, and let us go up to the mountain of the LORD, to the house of the God of Jacob; and he will teach us of his ways, and we will walk in his paths: for out of Zion shall go forth the law, and the word of the LORD from Jerusalem. 4 And he shall judge among the nations, and shall rebuke many people: and they shall beat their swords into plowshares, and their spears into pruninghooks: nation shall not lift up sword against nation, neither shall they learn war any more. 5 O house of Jacob, come ye, and let us walk in the light of the LORD.
6 ¶ Therefore thou hast forsaken thy people the house of Jacob, because they be replenished from the east, and are soothsayers like the Philistines, and they please themselves in the children of strangers. 7 Their land also is full of silver and gold, neither is there any end of their treasures; their land is also full of horses, neither is there any end of their chariots: 8 Their land also is full of idols; they worship the work of their own hands, that which their own fingers have made: 9 And the mean man boweth down, and the great man humbleth himself: therefore forgive them not.
10 ¶ Enter into the rock, and hide thee in the dust, for fear of the LORD, and for the glory of his majesty. 11 The lofty looks of man shall be humbled, and the haughtiness of men shall be bowed down, and the LORD alone shall be exalted in that day. 12 For the day of the LORD of hosts shall be upon every one that is proud and lofty, and upon every one that is lifted up; and he shall be brought low: 13 And upon all the cedars of Lebanon, that are high and lifted up, and upon all the oaks of Bashan, 14 And upon all the high mountains, and upon all the hills that are lifted up, 15 And upon every high tower, and upon every fenced wall, 16 And upon all the ships of Tarshish, and upon all pleasant pictures. 17 And the loftiness of man shall be bowed down, and the haughtiness of men shall be made low: and the LORD alone shall be exalted in that day. 18 And the idols he shall utterly abolish. 19 And they shall go into the holes of the rocks, and into the caves of the earth, for fear of the LORD, and for the glory of his majesty, when he ariseth to shake terribly the earth. 20 In that day a man shall cast his idols of silver, and his idols of gold, which they made each one for himself to worship, to the moles and to the bats; 21 To go into the clefts of the rocks, and into the tops of the ragged rocks, for fear of the LORD, and for the glory of his majesty, when he ariseth to shake terribly the earth. 22 Cease ye from man, whose breath is in his nostrils: for wherein is he to be accounted of?