Bendiciones de la obediencia
(Lv 26.3-13Dt 7.12-24)1 »Si tú escuchas con atención la voz del Señor tu Dios, y cumples y pones en práctica todos los mandamientos que hoy te mando cumplir, el Señor tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra.
2 Si escuchas la voz del Señor tu Dios, todas estas bendiciones vendrán sobre ti, y te alcanzarán:
3 »Bendito serás tú en la ciudad, y bendito en el campo.
4 »Bendito será el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, el fruto de tus bestias, y las crías de tus vacas y los rebaños de tus ovejas.
5 »Benditas serán tu canasta y tu artesa de amasar.
6 »Bendito serás cuando entres, y bendito cuando salgas.
7 »El Señor derrotará a tus enemigos que se levanten contra ti. Por un camino saldrán contra ti, y por siete caminos huirán de ti.
8 »El Señor enviará su bendición sobre tus graneros y sobre todo aquello en que pongas tu mano, y te bendecirá en la tierra que el Señor tu Dios te da.
9 »El Señor te confirmará como su pueblo santo, tal y como te lo ha jurado, siempre y cuando cumplas los mandamientos del Señor tu Dios, y sigas sus caminos.
10 Todos los pueblos de la tierra verán que el nombre del Señor es invocado sobre ti, y te temerán.
11 »En el país que el Señor juró a tus padres que te daría, el Señor hará que sobreabundes en bienes, y en el fruto de tu vientre, y en el fruto de tus animales, y en el fruto de tu tierra.
12 »El Señor te abrirá su tesoro de bondad, que es el cielo, y en su tiempo te enviará la lluvia a tu tierra, y bendecirá todo lo que hagas con tus manos. Harás préstamos a muchas naciones, pero tú no pedirás prestado nada.
13 »El Señor te pondrá por cabeza, no por cola. Estarás por encima de todo, nunca por debajo, siempre y cuando obedezcas y cumplas los mandamientos del Señor tu Dios, que hoy te ordeno cumplir,
14 y siempre y cuando no te apartes ni a diestra ni a siniestra de todas las palabras que hoy te mando cumplir, ni vayas en pos de dioses ajenos y les sirvas.
Consecuencias de la desobediencia
(Lv 26.14-46)15 »Si no oyes la voz del Señor tu Dios ni procuras cumplir todos los mandamientos y estatutos que hoy te mando cumplir, vendrán sobre ti, y te alcanzarán, todas estas maldiciones:
16 »Maldito serás tú en la ciudad, y maldito en el campo.
17 »Maldita será tu canasta, y tu tabla de amasar.
18 »Maldito será el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, las crías de tus vacas y los rebaños de tus ovejas.
19 »Maldito serás cuando entres, y maldito serás cuando salgas.
20 »El Señor enviará contra ti maldición, quebranto y asombro en todo lo que emprendas, hasta que de pronto seas destruido y perezcas por causa de la maldad de tus obras, por las cuales lo hayas dejado.
21 »El Señor traerá sobre ti mortandad hasta consumirte en la tierra de la cual vas a tomar posesión.
22 »El Señor te herirá con tisis y con fiebre, con inflamación y ardores, con sequía y calamidad repentina, y con hongos, los cuales te perseguirán hasta que perezcas.
23 Los cielos que cubren tu cabeza serán como el bronce, y la tierra que pisas será como el hierro.
24 En vez de lluvia, el Señor enviará polvo y ceniza a tu tierra, y desde los cielos caerán sobre ti hasta que perezcas.
25 »El Señor hará que seas derrotado delante de tus enemigos. Por un camino saldrás contra ellos, y por siete caminos huirás de ellos, y todos los reinos de la tierra te humillarán.
26 Tus cadáveres servirán de comida a todas las aves del cielo y a todas las fieras de la tierra, y no habrá quien las espante.
27 »El Señor te herirá con las úlceras de Egipto, y con tumores, sarna y comezón, y no podrás ser curado.
28 »El Señor te herirá con locura, ceguera y confusión.
29 A plena luz del día andarás a tientas, como ciego, y no tendrás éxito en lo que hagas; al contrario, en todo momento serás oprimido y despojado, sin que haya quien te salve.
30 Te comprometerás en matrimonio, pero otro hombre se acostará con tu prometida; construirás una casa, pero nunca llegarás a habitarla; plantarás viñas, pero nunca disfrutarás de sus uvas.
31 Ante tus propios ojos matarán a tu buey, pero tú no comerás de su carne; ante tus propios ojos te arrebatarán tu asno, y jamás te lo devolverán; tus ovejas serán entregadas a tus enemigos, y tú no podrás impedirlo.
32 Ante tus propios ojos tus hijos y tus hijas serán entregados a otra gente, y tú no podrás impedirlo, y día tras día tus ojos desfallecerán esperando que vuelvan.
33 Gente que jamás conociste se comerá el fruto de tu tierra y de todo tu trabajo, y día tras día serás oprimido y quebrantado.
34 Lo que veas con tus ojos te hará perder el juicio.
35 »El Señor te herirá con pústula maligna en las rodillas y en las piernas, y desde la planta del pie hasta la coronilla, y no podrás ser sanado.
36 »El Señor te llevará a ti, y al rey que hayas puesto para que te gobierne, a una nación que ni tú ni tus padres conocieron, y allá servirás a dioses ajenos de palo y de piedra.
37 Serás motivo de horror, y objeto de comentarios y de burlas de todos los pueblos a donde el Señor te lleve.
38 Sembrarás mucha semilla en el campo, y cosecharás muy poco, porque la langosta la consumirá.
39 Plantarás viñas, y las cultivarás, pero no vendimiarás las uvas ni beberás el vino, porque los gusanos se las comerán.
40 Tendrás olivos por todo tu territorio, pero no te ungirás con el aceite, porque las aceitunas se caerán.
41 Tendrás hijos e hijas, pero no los retendrás, porque serán llevados en cautiverio.
42 Todos tus árboles y todos los frutos de tu tierra serán consumidos por la langosta.
43 Los extranjeros que vivan en tus ciudades se alzarán por encima de ti, mientras que tú caerás muy bajo.
44 Ellos te harán préstamos, pero tú no podrás prestarles nada; ellos serán la cabeza, y tú serás la cola.
45 »Todas estas maldiciones vendrán sobre ti, y te perseguirán y te alcanzarán hasta acabar contigo, por no haber atendido a la voz del Señor tu Dios para cumplir los mandamientos y los estatutos que él te mandó cumplir,
46 y para siempre serán en ti y en tu descendencia una señal y una prueba.
47 »Puesto que no serviste al Señor tu Dios con alegría y con gozo de corazón cuando él te dio abundancia de todo,
48 acabarás siendo esclavo de los enemigos que el Señor envíe contra ti; sufrirás de hambre y de sed, y carecerás de ropa y de todas las cosas. ¡El Señor pondrá sobre tu cuello un yugo de hierro, hasta destruirte!
49 »De muy lejos, del otro extremo de la tierra, el Señor traerá contra ti una nación que vuela como el águila. Es una nación cuya lengua no entiendes,
50 gente de rostro feroz, que no respeta a los ancianos ni perdona a los niños.
51 Y se comerá las crías de tus ganados y los frutos de tu tierra, hasta hacerte perecer. No te dejará nada de trigo, ni de mosto, ni de aceite, ni una sola cría de tus vacas ni de los rebaños de tus ovejas, hasta que te haya destruido.
52 Sitiará todas las ciudades de tu tierra, hasta derribar esas altas y sólidas murallas en las que tú confías. Sitiará todas tus ciudades y toda la tierra que el Señor tu Dios te ha dado.
53 Durante el sitio, y en la desesperación y la angustia ante el enemigo, te comerás el fruto de tu vientre, ¡la carne de tus propios hijos e hijas que el Señor tu Dios te dio!
54 Aun los más sensibles y delicados de tus hombres mirarán con malos ojos a su hermano, y a la mujer amada, y al resto de sus hijos que le queden,
55 y no querrá compartir con ellos la carne de sus hijos. Porque durante el asedio será tal la angustia con que tu enemigo te oprimirá en todas tus ciudades, que la gente se comerá a sus propios hijos por no haber ya nada qué comer.
56 La mujer más tierna y delicada entre ustedes, que por ser tan tierna y delicada jamás intentaría posar la planta de su pie sobre la tierra, mirará con malos ojos a su esposo amado, y a su hijo y a su hija,
57 y hasta al hijo que acaba de dar a luz, y se los comerá a escondidas, pues durante el asedio a tus ciudades, y en medio de la angustia y opresión del enemigo, habrá carencia de todo.
58 »Si no tienes cuidado de poner por obra todas las palabras de esta ley escritas en este libro, ni temes este nombre glorioso y temible: EL SEÑOR TU DIOS,
59 entonces el Señor aumentará en gran manera tus plagas y las plagas de tu descendencia, plagas grandes y permanentes, y enfermedades malignas y duraderas,
60 y traerá sobre ti todos los males de Egipto, delante de los cuales temiste, y no te dejarán en paz.
61 Así mismo, el Señor enviará sobre ti toda enfermedad y toda plaga no escrita en el libro de esta ley, hasta que seas destruido.
62 En lugar de haber sido innumerables como las estrellas del cielo, muy pocos de ustedes sobrevivirán, por no haber obedecido a la voz del Señor su Dios.
63 Y así como el Señor se alegraba de hacerles bien y de multiplicarlos, así se alegrará de arruinarlos y destruirlos. ¡Serán arrancados de la tierra de la cual van a tomar posesión!
64 »El Señor te esparcirá por todos los pueblos, de un extremo al otro de la tierra; allí servirás a dioses ajenos de madera y de piedra, que ni tú ni tus padres conocieron jamás.
65 Ni siquiera entre estas naciones descansarás, ni la planta de tu pie hallará reposo, pues allí el Señor te dará un corazón temeroso, y tus ojos desfallecerán y tu ánimo decaerá;
66 tu vida estará en constante peligro, y el miedo te dominará noche y día, y no tendrás la vida segura.
67 Será tal el miedo que dominará tu corazón, y tan terrible lo que verán tus ojos, que por la mañana dirás: “¡Cómo quisiera que ya fuera tarde!”, y por la tarde dirás: “¡Cómo quisiera que ya fuera otro día!”
68 »El Señor te hará volver a Egipto en naves, por el camino por el cual te había dicho que nunca más volverías, y allí ustedes serán vendidos a sus enemigos como esclavos y esclavas, ¡y no habrá nadie que los compre!»
1 And it shall come to pass, if thou shalt hearken diligently unto the voice of the LORD thy God, to observe and to do all his commandments which I command thee this day, that the LORD thy God will set thee on high above all nations of the earth: 2 And all these blessings shall come on thee, and overtake thee, if thou shalt hearken unto the voice of the LORD thy God. 3 Blessed shalt thou be in the city, and blessed shalt thou be in the field. 4 Blessed shall be the fruit of thy body, and the fruit of thy ground, and the fruit of thy cattle, the increase of thy kine, and the flocks of thy sheep. 5 Blessed shall be thy basket and thy store. 6 Blessed shalt thou be when thou comest in, and blessed shalt thou be when thou goest out. 7 The LORD shall cause thine enemies that rise up against thee to be smitten before thy face: they shall come out against thee one way, and flee before thee seven ways. 8 The LORD shall command the blessing upon thee in thy storehouses, and in all that thou settest thine hand unto; and he shall bless thee in the land which the LORD thy God giveth thee. 9 The LORD shall establish thee an holy people unto himself, as he hath sworn unto thee, if thou shalt keep the commandments of the LORD thy God, and walk in his ways. 10 And all people of the earth shall see that thou art called by the name of the LORD; and they shall be afraid of thee. 11 And the LORD shall make thee plenteous in goods, in the fruit of thy body, and in the fruit of thy cattle, and in the fruit of thy ground, in the land which the LORD sware unto thy fathers to give thee. 12 The LORD shall open unto thee his good treasure, the heaven to give the rain unto thy land in his season, and to bless all the work of thine hand: and thou shalt lend unto many nations, and thou shalt not borrow. 13 And the LORD shall make thee the head, and not the tail; and thou shalt be above only, and thou shalt not be beneath; if that thou hearken unto the commandments of the LORD thy God, which I command thee this day, to observe and to do them: 14 And thou shalt not go aside from any of the words which I command thee this day, to the right hand, or to the left, to go after other gods to serve them.
15 ¶ But it shall come to pass, if thou wilt not hearken unto the voice of the LORD thy God, to observe to do all his commandments and his statutes which I command thee this day; that all these curses shall come upon thee, and overtake thee: 16 Cursed shalt thou be in the city, and cursed shalt thou be in the field. 17 Cursed shall be thy basket and thy store. 18 Cursed shall be the fruit of thy body, and the fruit of thy land, the increase of thy kine, and the flocks of thy sheep. 19 Cursed shalt thou be when thou comest in, and cursed shalt thou be when thou goest out. 20 The LORD shall send upon thee cursing, vexation, and rebuke, in all that thou settest thine hand unto for to do, until thou be destroyed, and until thou perish quickly; because of the wickedness of thy doings, whereby thou hast forsaken me. 21 The LORD shall make the pestilence cleave unto thee, until he have consumed thee from off the land, whither thou goest to possess it. 22 The LORD shall smite thee with a consumption, and with a fever, and with an inflammation, and with an extreme burning, and with the sword, and with blasting, and with mildew; and they shall pursue thee until thou perish. 23 And thy heaven that is over thy head shall be brass, and the earth that is under thee shall be iron. 24 The LORD shall make the rain of thy land powder and dust: from heaven shall it come down upon thee, until thou be destroyed. 25 The LORD shall cause thee to be smitten before thine enemies: thou shalt go out one way against them, and flee seven ways before them: and shalt be removed into all the kingdoms of the earth. 26 And thy carcase shall be meat unto all fowls of the air, and unto the beasts of the earth, and no man shall fray them away. 27 The LORD will smite thee with the botch of Egypt, and with the emerods, and with the scab, and with the itch, whereof thou canst not be healed. 28 The LORD shall smite thee with madness, and blindness, and astonishment of heart: 29 And thou shalt grope at noonday, as the blind gropeth in darkness, and thou shalt not prosper in thy ways: and thou shalt be only oppressed and spoiled evermore, and no man shall save thee . 30 Thou shalt betroth a wife, and another man shall lie with her: thou shalt build an house, and thou shalt not dwell therein: thou shalt plant a vineyard, and shalt not gather the grapes thereof. 31 Thine ox shall be slain before thine eyes, and thou shalt not eat thereof: thine ass shall be violently taken away from before thy face, and shall not be restored to thee: thy sheep shall be given unto thine enemies, and thou shalt have none to rescue them . 32 Thy sons and thy daughters shall be given unto another people, and thine eyes shall look, and fail with longing for them all the day long: and there shall be no might in thine hand. 33 The fruit of thy land, and all thy labours, shall a nation which thou knowest not eat up; and thou shalt be only oppressed and crushed alway: 34 So that thou shalt be mad for the sight of thine eyes which thou shalt see. 35 The LORD shall smite thee in the knees, and in the legs, with a sore botch that cannot be healed, from the sole of thy foot unto the top of thy head. 36 The LORD shall bring thee, and thy king which thou shalt set over thee, unto a nation which neither thou nor thy fathers have known; and there shalt thou serve other gods, wood and stone. 37 And thou shalt become an astonishment, a proverb, and a byword, among all nations whither the LORD shall lead thee. 38 Thou shalt carry much seed out into the field, and shalt gather but little in; for the locust shall consume it. 39 Thou shalt plant vineyards, and dress them , but shalt neither drink of the wine, nor gather the grapes; for the worms shall eat them. 40 Thou shalt have olive trees throughout all thy coasts, but thou shalt not anoint thyself with the oil; for thine olive shall cast his fruit . 41 Thou shalt beget sons and daughters, but thou shalt not enjoy them; for they shall go into captivity. 42 All thy trees and fruit of thy land shall the locust consume. 43 The stranger that is within thee shall get up above thee very high; and thou shalt come down very low. 44 He shall lend to thee, and thou shalt not lend to him: he shall be the head, and thou shalt be the tail.
45 Moreover all these curses shall come upon thee, and shall pursue thee, and overtake thee, till thou be destroyed; because thou hearkenedst not unto the voice of the LORD thy God, to keep his commandments and his statutes which he commanded thee: 46 And they shall be upon thee for a sign and for a wonder, and upon thy seed for ever. 47 Because thou servedst not the LORD thy God with joyfulness, and with gladness of heart, for the abundance of all things; 48 Therefore shalt thou serve thine enemies which the LORD shall send against thee, in hunger, and in thirst, and in nakedness, and in want of all things: and he shall put a yoke of iron upon thy neck, until he have destroyed thee. 49 The LORD shall bring a nation against thee from far, from the end of the earth, as swift as the eagle flieth; a nation whose tongue thou shalt not understand; 50 A nation of fierce countenance, which shall not regard the person of the old, nor shew favour to the young: 51 And he shall eat the fruit of thy cattle, and the fruit of thy land, until thou be destroyed: which also shall not leave thee either corn, wine, or oil, or the increase of thy kine, or flocks of thy sheep, until he have destroyed thee. 52 And he shall besiege thee in all thy gates, until thy high and fenced walls come down, wherein thou trustedst, throughout all thy land: and he shall besiege thee in all thy gates throughout all thy land, which the LORD thy God hath given thee. 53 And thou shalt eat the fruit of thine own body, the flesh of thy sons and of thy daughters, which the LORD thy God hath given thee, in the siege, and in the straitness, wherewith thine enemies shall distress thee: 54 So that the man that is tender among you, and very delicate, his eye shall be evil toward his brother, and toward the wife of his bosom, and toward the remnant of his children which he shall leave: 55 So that he will not give to any of them of the flesh of his children whom he shall eat: because he hath nothing left him in the siege, and in the straitness, wherewith thine enemies shall distress thee in all thy gates. 56 The tender and delicate woman among you, which would not adventure to set the sole of her foot upon the ground for delicateness and tenderness, her eye shall be evil toward the husband of her bosom, and toward her son, and toward her daughter, 57 And toward her young one that cometh out from between her feet, and toward her children which she shall bear: for she shall eat them for want of all things secretly in the siege and straitness, wherewith thine enemy shall distress thee in thy gates. 58 If thou wilt not observe to do all the words of this law that are written in this book, that thou mayest fear this glorious and fearful name, THE LORD THY GOD; 59 Then the LORD will make thy plagues wonderful, and the plagues of thy seed, even great plagues, and of long continuance, and sore sicknesses, and of long continuance. 60 Moreover he will bring upon thee all the diseases of Egypt, which thou wast afraid of; and they shall cleave unto thee. 61 Also every sickness, and every plague, which is not written in the book of this law, them will the LORD bring upon thee, until thou be destroyed. 62 And ye shall be left few in number, whereas ye were as the stars of heaven for multitude; because thou wouldest not obey the voice of the LORD thy God. 63 And it shall come to pass, that as the LORD rejoiced over you to do you good, and to multiply you; so the LORD will rejoice over you to destroy you, and to bring you to nought; and ye shall be plucked from off the land whither thou goest to possess it. 64 And the LORD shall scatter thee among all people, from the one end of the earth even unto the other; and there thou shalt serve other gods, which neither thou nor thy fathers have known, even wood and stone. 65 And among these nations shalt thou find no ease, neither shall the sole of thy foot have rest: but the LORD shall give thee there a trembling heart, and failing of eyes, and sorrow of mind: 66 And thy life shall hang in doubt before thee; and thou shalt fear day and night, and shalt have none assurance of thy life: 67 In the morning thou shalt say, Would God it were even! and at even thou shalt say, Would God it were morning! for the fear of thine heart wherewith thou shalt fear, and for the sight of thine eyes which thou shalt see. 68 And the LORD shall bring thee into Egypt again with ships, by the way whereof I spake unto thee, Thou shalt see it no more again: and there ye shall be sold unto your enemies for bondmen and bondwomen, and no man shall buy you .